¿Cuántas maneras de asar castañas conoces?

Asar castañas es un gusto del que no debemos privarnos cuando llega el otoño. Pero no siempre tenemos claro cómo hacerlo.

 

La manera más tradicional es aprovechando el calor de una buena lumbre, pero el fuego no siempre está a nuestra disposición.  Aún así, desde la comodidad de estar en casa, podemos disponer de diversas maneras de conseguir, que estos pequeños bocados del Valle del Jerte, queden en su punto.

 

Vamos a explicar 3 métodos muy sencillos.

Antes de empezar hay que decir que es muy importante escoger unas castañas que presenten buen color, brillo y que no tengan agujeros.

 

Las de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte son de la variedad De Pablo y al proceder de un cultivo de montaña, se recogen manualmente. Su piel es brillante y de color pardo. Y por supuesto son estupendas para comerlas asadas.

Otra precaución que hay que tomar antes de lanzarse a asar es lavar y secar bien las castañas.

 

Además debemos realizar un corte que atraviese las dos pieles de la castaña, la exterior más dura y la interior de color marrón rojizo más finita. Se suele hacer un corte en forma de cruz en medio de la castaña para facilitar el proceso de pelado posterior.

 

Y ahora sí, nos ponemos manos a la obra.

Asar castañas en el HORNO.

 

Lo primero que tenemos que hacer es precalentar durante 10 minutos el horno a 200ºC.

 

Colocamos las castañas en una bandeja (no olvidar que tienen que tener el corte) en la parte baja del horno. Con calor arriba y abajo, mantenemos los 200 ºC.

 

Cuando transcurren 10 minutos volteamos las castañas para facilitar que se asen uniformemente.

Tras otros 10 minutos, en la mayoría de los casos el proceso ha terminado.

 

El tiempo de horneado dependerá del tamaño y la humedad de las castañas. Si están más secas pueden precisar algo menos de tiempo.

 

 

Solo queda sacarlas del horno y pelarlas. Intentamos pelarlas aún calientes porque es más sencillo pero con precaución para no quemarnos los dedos.

Asar castañas en una SARTÉN.

 

Aquí hay dos posibilidades.

 

Si disponemos de cocina de gas:

 

En este caso podemos utilizar una sartén castañera. Las podemos encontrar en una ferretería, tienen agujeros que tienen la función de dejar pasar el fuego hasta las castañas. Si no disponemos de este tipo de sartén podemos utilizar una muy usada, pues puede estropearse en el proceso, y la dejaremos reservada para poder asar en otras ocasiones.

Se colocan las castañas (con su corte en la piel) en la sartén y sobre fuego fuerte y sin tapar, se van dando vueltas para conseguir que se hagan uniformemente.

 

Dependiendo de la cantidad y de la intensidad del fuego variará el tiempo de cocinado. Normalmente con media hora es suficiente.

 

Un truco es, una vez apagado el fuego, taparlas con un trapo de algodón, así las mantenemos calientes y facilitamos el proceso de pelado.

Si tenemos cocina de inducción o vitrocerámica.

 

 

En este caso  no podemos usar una sartén castañera, lo mejor es usar una sartén que ya esté muy usada y que reservemos para esta labor porque como comentamos anteriormente, si usamos una nueva la podemos estropear.

 

 

Colocamos las castañas, a las que habremos realizado el corte, en la sartén.

En esta ocasión conviene utilizar una tapa para retener la humedad y no perder temperatura.

 

Iremos moviéndolas para facilitar que se asen por todas partes.

El tiempo varía, pero orientativamente suele ser algo más de media hora, aunque en inducción es algo menos.

Asar castañas en el microondas.

 

 

Puede que no sea el que mejor resultado en cuanto a gusto nos va a dar pues la castaña queda entre cocida y asada, pero indiscutiblemente es el más rápido y limpio.

 

 

Eso si la cantidad en cada tanda es menor que en otros métodos.

 

 

Después de hacer el corte de rigor, colocamos en un recipiente adecuado para usar en microondas. Colocamos tapa y en función de la potencia variará el tiempo.

Para 600 W de potencia precisaremos unos 4 minutos, con 800 W suele bastar con 3 minutos y para 1000 W valdría con 2 minutos.

 

 

En cualquier caso si al abrir vemos que no están hechas del todo podemos poner unos 30 segundos más.

 

 

Y ahora a pelar, sin demorarnos, porque si se enfrían es bastante más difícil hacerlo.

Y ya, una vez asadas, solo queda deleitarse degustando estas pequeñas delicatessen con sabor a otoño.

 

 

Si aún así tenéis alguna duda aquí dejamos un enlace donde podéis encontrar más información:

 

https://www.recetasderechupete.com/como-hacer-castanas-asadas/22873/